
Como cantante y como profesora de canto he vivido momentos más o menos complejos en los que sobre todo, el alumno o profesional necesita una atención rigurosa, personalizada y mucha comprensión y empatía.
Los artistas no son invulnerables, no son dioses, ni súper humanos… son personas como las demás que han desarrollado o están desarrollando una habilidad artística y que en determinados momentos pueden ser muy frágiles.
De hecho son personas dotadas de una sensibilidad especial que para bien y para mal les acompaña en su día a día. Son personas, como todos, con sus miedos, sus inseguridades, sus problemas cotidianos y sus preocupaciones.
Resalto todo esto porque en muchas ocasiones el público o lo que es peor el ambiente laboral genera una exigencia que puede llegar a ocasionar problemas tanto físicos como mentales. Es cierto que la calidad de un espectáculo depende de la calidad de la interpretación y de que en un día y en una hora concreta todo el equipo dé lo mejor de si mismo pero los artistas que están al frente del espectáculo y los cantantes principales deben poder contar con el soporte que les permita llegar a cada función en las mejores condiciones.
Todos tenemos interiorizado que los deportistas que compiten al más alto nivel llevan consigo: entrenadores, preparadores físicos, psicológos, fisioterapeutas, etc… Sin embargo, cuando un cantante tiene dificultades se siente, en la mayoría de los casos, muy sólo y piensa que es mejor no decir nada por miedo a, por ejemplo, perder oportunidades laborales, que los colegas estigmaticen su trabajo, etc.
Es necesario, por un lado y durante el periodo formativo, hablar abiertamente de aquellos factores de riesgo que pueden afectar a la voz (tanto internos como externos), qué hacer en casos de tener problemas de diferente índole, por ejemplo saber en qué momento hay que acudir al otorrinolaringólogo (de paso conocer a algunos especializados en voz cantada) o por ejemplo cuando acudir a un psicólogo que ayude a gestionar la presión y la exigencia del ambiente laboral.
Es necesario también que los docentes de canto interioricen que en muchas ocasiones hay que trabajar de manera multidisciplinar puesto que somos los primeros en detectar que algo no va como de costumbre, en mi caso, ante una sospecha justificada remito al cantante a la visita al médico otorrinolaringólogo que es el profesional que debe hacer el diagnóstico correspondiente, si hay patología son los logopedas/fonoaudiologo los encargados de hacer la rehabilitación y posteriormente el profesor de canto entrará en acción de nuevo siempre sabiendo el tipo de patología y ejercicios desarrollados por los otros profesionales, es decir, un trabajo coordinado.
En mi caso trabajo estrechamente con el equipo de Otorrino Voz Valencia y con la Unidad de Medicina de la Música y las Artes Escénicas del Hospital de Manises.
NOTA: ¿como puedo saber que la técnica vocal que se tiene no es buena? Si el cantante se cansa tras interpretar dos o tres canciones o se queda ronco, la garganta duele o pica mientras se canta, el cantante sólo sabe cantar fuerte, el cantante tiene un vibrato caprino, se gritan los agudos o se emiten con mucho esfuerzo, tras una sesión de estudio/actuación/grabación el cantante se queda sin voz y necesita varios días para recuperarse. Todas estas circunstacias han de ser valoradas y corregidas porque pueden llegar a provocar patología vocal y lo más aconsejable es tomar clases de canto para adquirir una buena técnica vocal
La voz está íntimamente ligada a las emociones y es por eso que tener los recursos necesarios para la gestión emocional es esencial en los cantantes. El cantante debe tener mucha conciencia emocional no sólo para interpretar sino para gestionar la presión a la que está sometido. Una mayor inteligencia emocional y un mayor autoconocimiento permite una mejor autoregulación.
El cantante debe tomar conciencia de que ha de procurarse actividades que equilibren su mundo emocional. Cada vez es más frecuente escuchar a grandes artistas hablar de la salud mental y que para mantener su equilibrio emocional asisten regularmente al psicólogo.
Opino que se debe normalizar esta cuestión porque en muchas ocasiones la presión a la que están sometidos es muy grande; si del cantante depende que se ponga en marcha una gira en la que trabajan personas que tienen sus familias y responsabilidades, de ti depende que esas familias puedan comer; por no hablar de los contratos que se tienen que firmar con discográficas, promotores, etc. es normal comprender que es mucha la presión sobre la salud del artista. Sinceramente, es demasiada, como para tener que soportarla en soledad y así se puede entender que muchos artistas hayan recurrido a otras vías de escape no tan saludables como son el alcohol, drogas, etc.
Empecemos a entender que los artistas necesitan los mismos cuidados que un deportista de élite y que estos se han de inculcar desde sus inicios.
Aun así y con unos cuidados regulares hay cuestiones vitales que no se pueden prevenir y que pueden afectar al estado emocional y a la salud vocal:
Todo esto puede llevar al cantante a perder sus referencias vocales, su seguridad al cantar y a perder su sentimiento de valía e incluso a querer abandonar la profesión.
Pedir ayuda buscando a buenos profesionales. Como lo haría cualquier persona que está sufriendo o que tiene un malestar físico y/o emocional.
Somos muchos los profesionales que estamos preparados para ofrecer esta ayuda, este acompañamiento, este contexto seguro en el que el cantante pueda recuperarse y reconstruirse: profesores de canto, psicólogos, otorrinos, logopedas, etc.
Hay muchos cantantes y muy buenos que cuando les sobrevienen alguna de las circunstancias relatadas anteriormente pierden sus referencias fonatorias y sienten como que ya no saben cantar. Son personas que siempre han tenido facilidad para cantar y lo han hecho de una manera intuitiva, cómo no son conscientes de cómo hacen las cosas en realidad una vez pierden esas referencias no saben cómo volver a ellas. En estos casos un trabajo de revisión de la técnica vocal en la que tomen conciencia del cómo cantan es muy beneficioso y permite al cantante ganar en confianza y recursos.
En resumen, cuando un cantante tiene dificultades debe pedir ayuda lo antes posible:
Una vez se valore la situación física y mental del cantante tomar decisiones si procede de parar, adaptar o regular la actividad profesional.
Cantante, no estás sólo y no tienes por qué estarlo.
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