Está comprobado que la música contribuye al bienestar de las personas de cualquier edad y condición simplemente por el mero hecho de escucharla porque facilita la conexión con las propias emociones.
Todas las sociedades han desarrollado manifestaciones musicales y en concreto todas han empleado el canto y el uso de canciones para diferentes fines y contextos como así atestiguan las investigaciones etnomusicales.
El canto se manifiesta de manera más o menos espontánea en las personas desde la más tierna infancia, sin embargo es posible mejorar y ejercitar las habilidades vocales y musicales durante toda la vida y este proceso se acelera con la ayuda de un entrenador vocal o profesor de canto.
Son diferentes los motivos que llevan a las personas a acudir a clases de canto o voz:
De cualquier forma, existen razones adicionales por las que haber tomado la decisión de estudiar canto pueden ayudarte en tu bienestar emocional a largo plazo.
Cantar puede parecer fácil, sin embargo es una actividad cerebral compleja que requiere la coordinación de varios sistemas: percepción (sonora y corporal), acción motora de la voz (postura, respiración, emisión, resonancia y articulación), la retroalimentación interna y externa y la memoria a corto y largo plazo. No existe un lugar específico para el canto en el cerebro sino que son varias partes las que se tienen que coordinar y ejercitar y por eso cantar es tan estimulante.
Mientras se canta se hace uso del lenguaje y las emociones que expresa la canción, pero de forma simultánea se debe llevar el ritmo, tener concepto y dominio espacial (escenario), tener en cuenta las armonías y partes de las canciones así como los acompañamientos, logrando desarrollar una comunicación subliminal con el equipo de músicos, coordinación coreográfica y otros aspectos.
Cuando nos detenemos a analizar todo lo que un cantante, principiante o experimentado debe realizar cuando está en un escenario, nos damos cuenta de que la cantidad de competencias que están en juego de manera simultánea:
Un cantante es una persona que ha logrado tener una coordinación múltiple de todas estas virtudes para ofrecer al público un espectáculo digno de su capacidad cognitiva y para ello es necesaria una preparación y ensayo progresivo de las mismas empezando por tener una buena competencia vocal a la hora de cantar.
Cantar es saludable físicamente. Cantar agrega salud vocal porque permite desarrollar el instrumento vocal y ganar en recursos para hacer cosas maravillosas con la voz, así como afrontar con confianza las situaciones en las que se está expuesto ante un público.
Preocuparse por la salud de tu aparato respiratorio, laringe y cavidades resonantes es tan saludable como hacer deporte y por ello es una actividad recomendada para todos los profesionales de la voz (aquellos que hacen un uso de la voz hablada o cantada más de 4 horas al día). Además ejercitar la voz te hará más consciente de tu postura y tu coordinación corporal.
Físicamente ayuda a mantener ejercitado y en forma el aparato fonatorio y esto es especialmente importante para los profesionales de la voz como docentes, abogados, conferenciantes, locutores, periodistas, etc. Cantar permite ejercitar plenamente las cuerdas vocales extendiendo la tesitura tanto de habla como de canto, mejorando las dinámicas pudiendo hablar o cantar suave o fuerte, etc. y eso repercute en un uso más eficiente y rico de la voz hablada.
Cantar ejercita además, el sistema respiratorio y es importante también para aquellas personas que tienen afecciones en las que esta afectado este sistema. Por medio de las técnicas respiratorias que se ejercitan al cantar el cuerpo gana en resistencia y en una mayor oxigenación global de los tejidos corporales.
Cantar es beneficioso también en patologías degenerativas como el Párkinson o el Alzheimer porque el ejercito físico del canto mejora la condición mental y muscular. Y en personas con un daño cerebral del área de Broca (la parte del cerebro que controla el habla), permite reestablecer la capacidad de hablar.
Te sorprenderá saber que, de aquellas personas que no estudian canto, sino que lo practican a libre albedrío, un 15% termina malogrando su voz y estropeando la salud de sus cuerdas vocales antes de cumplir 30 años. La voz es un sistema suscpetible de desequilibrarse y por ello es necesario adquirir una buena técnica vocal.
El canto ayuda a las personas a conectar con su mundo emocional. El mero hecho de cantar provoca sensaciones de bienestar emocional porque mientras se canta sólo o en grupo se segregan las llamadas hormonas de la felicidad, la serotonina y dopamina.
Por otro lado, el trabajo de interpretación que se lleva a cabo en las clases de canto permite incrementar la inteligencia emocional de las personas debido a que se tiene que hacer un trabajo mental, corporal y emocional para que el cantante exprese el sentido del texto de las canciones Aquellos que desean ser cantantes profesionales deben aprender sobre el manejo de emociones y hacer un trabajo interpretativo sostenido y estructurado.
Cuando un cantante conecta sus emociones con una canción, ya sea que tenga que cantarla ante público, en una grabación o un momento especial de sensibilidad a través de ella ocurren muchas cosas. El cantante libera sus emociones más profundas, sean positivas o negativas. Cuando esto sucede el público se siente capturado por la emoción expresada pudiendo incluso sentir aquello que esta expresando el cantante. Es por eso por lo que se dice que el público puede sentir cuando un cantante está conectado con un tema, y está dejando alma, vida y corazón en la interpretación de dicha canción. Eso se siente, se transmite.
Cuando un cantante expresa al cantar accede y profundiza en su mundo emocional se beneficia de una experiencia enriquecedora de primer orden. Hay canciones que cambian a cantantes, si la conexión emocional es real, el cantante se transformará con esa canción.
Todo cantante empezó novato y tuvo que ir enfrentándose a diferentes retos, es un proceso que permite el crecimiento del mismo. Tener en frente una multitud puede impresionar a cualquiera aparte de menguar sus capacidades interpretativas pero es por eso que un cantante “se hace”, afronta situaciones diversas empezando por cantar ante amigos, familiares y conocidos, siendo contratado para pequeños eventos o producciones hasta llegar tener un rol principal. Esto es lo que se considera un proceso normal para no dejar de disfrutar sobre el escenario. Para que la carrera de un cantante sea exitosa es necesario que domine la audiencia y haga que le amen, interactúen con él y se conviertan en mensajeros propagadores de su talento y capacidad vocal.
Se ha visto a muchos cantantes al inicio de sus carreras demostrar su timidez, inseguridad o inexperiencia en abordar a la audiencia para interactuar con ella, pero a medida que van entrando en su práctica, van soltándose y la música los transforma en personas más decididas y seguras de sí mismas. Pero esto no es exclusivo de aquellos que se quieren dedicar profesionalmente a la música, todos pueden adquirir estas competencias y sentirse más seguros en su vida personal y profesional.
Para aquellos que se acercan a las clases de canto sin fines profesionales, el hecho de sentir que dominan su voz, que mejoran sus capacidades expresivas e interpretativas, en definitiva, que saben que su voz va a responder a las exigencias de su profesión les dota de fuerza y capacidad de iniciativa y este hecho suele tener una repercusión muy positiva en su vida personal y profesional.
Los estudios dicen que el pop y la música clásica ayudan a bajar la presión arterial, aliviar el estrés y el dolor crónico. Son muchas las personas de cualquier edad y condición que acuden a clases de canto por los beneficios que les provoca la actividad.
Pero no es necesario este dato para saber que cuando cantas te liberas en la ducha, en el coche, con los amigos, en un karaoke o una fiesta los problemas aminoran y el mundo parece mejor. Los seres humanos no somos perfectos; a veces lloramos, o reímos, o nos enfadamos, a veces estamos felices, a veces tristes… y todo ello es bueno para adaptarse a las vicisitudes de la vida.
Sin embargo, cuando se canta se deja ir todo lo que no conviene guardar dentro y se libera el alma ayudando a equilibrar el sistema emocional, hecho que repercute en el mantenimiento de la salud mental.
La música nos ayuda a evadirnos y abstraernos de realidades complejas y difíciles y cantar nos ayuda en muchas ocasiones a pasar por momentos emocionales duros por el efecto reconfortante.